En Coldenhove empezamos la fabricación de papel con 0,5 % de celulosa procedente de la madera y 99,5 % de agua. El agua se elimina de la masa de celulosa, la cual es secada en la máquina papelera hasta que se convierte en el tipo de papel que el cliente ha solicitado. Fundada hace más de 350 años en el pueblo de Eerbeek, Coldenhove es un lugar ideal para la industria del papel debido a la excelente calidad del agua dulce de la región de Veluwe. Al principio, las aguas residuales se descargaban en el mismo arroyo del que provenían. Las aguas residuales contenían fibras, yeso, arcilla y materiales disueltos como la sal.
Para evitar que las aguas residuales se vertieran en el curso de agua dulce, se construyó un sistema de alcantarillado en 1965, seguido de un conducto directo de ocho kilómetros de largo al río Ijssel en 1979. Industrial Water Eerbeek (IWE), fundada por la industria papelera en Eerbeek, filtraba el agua residual colectiva antes de ser descargada. Hasta 2018 no se terminaron de construir los seis kilómetros de conducto que ahora llevan las aguas residuales de Coldenhove y de las empresas papeleras de la zona de regreso a solo una de sus líneas de producción.
En 2017, nuestra búsqueda por una gestión del agua interna más eficiente resultó en una bajada de 21,5 (2016) a 19,7 (2017) metros cúbicos de agua por tonelada de papel. Con diferencia, la mayor cantidad de agua que utilizamos en el proceso de producción se reutiliza en la propia máquina de papel o en la preparación del papel base. Nuestro objetivo es encontrar maneras de reutilizar el 100 % de nuestras aguas residuales sin realizar vertidos. Ahora estamos al 95 %. Innovadores métodos para la purificación del agua sugieren que la recuperación puede producir una calidad del agua adecuada para todos los procesos de producción de Coldenhove. En septiembre de 2018 iniciaremos una investigación conjunta con IWE para determinar los requisitos para la recuperación de agua de IWE a Coldenhove.
Todo ello nos acerca a lograr un ciclo de agua cerrado.
